La gasolina es quizás uno de los temas más importantes al hablar de coches. Si bien podemos tener amplias discusiones entre transmisiones manuales o automáticas, o debatir entre qué tipo de llantas producen una mejor tracción, la gasolina es ese factor con el que nos estaremos encarando siempre.
Y, a diferencia de otras partes del vehículo, el rendimiento de la gasolina depende más de nosotros. Si bien podemos escoger una gasolina con mayor octanaje, como ya hemos explicado antes, nuestra forma de conducir el vehículo y la demanda que le pongamos al mismo serán, al final del día, los factores decisivos para determinar la duración de nuestro tanque.
Este también es un buen espacio para aclarar que hay ciertos mitos sobre la eficacia del combustible, así como ciertas versiones de la realidad que más bien son peligrosas. Por ejemplo, quizás hayas escuchado de cómo la resistencia aerodinámica incrementa la fuerza que tu vehículo necesita para avanzar y que, por lo mismo, muchas personas suelen recomendar manejar detrás de camiones en la carretera para reducir esta resistencia.
Si bien esto es cierto, ¡no lo hagas! Recuerda mantener siempre una distancia prudente, especialmente a altas velocidades. Los posibles beneficios al reducir la resistencia aerodinámica no valen la pena. La eficacia del combustible al manejar siempre dependerá más de nuestro manejo y control sobre el vehículo, no de su posición en la carretera.
Un motor en reposo gasta considerablemente más gasolina que el encendido de un motor
El primer factor que hay que considerar es uno que causará mucha polémica: ¿un motor gasta más gasolina al encenderse o al estar en reposo? Esta pregunta siempre surge en reuniones familiares o en conversaciones con otros amigos, y suele polarizarnos mucho. Pero la respuesta no tiene nada de complicada: un motor en reposo gasta considerablemente más gasolina que el encendido de un motor.
Hoy en día incluso tenemos vehículos que incorporan un sistema de auto start-stop, el cuál apaga o prende el motor para ahorrarnos combustible. Pero aún así, muchas personas deciden no hacer uso de esta función, optando por un motor en reposo.
Un estudio publicado en el diario técnico de la SAE demostró que, en un motor pequeño de cuatro cilindros, tenemos aproximadamente siete segundos de reposo antes de que nuestro motor gaste más gasolina de la que se requiere para encenderlo. En términos numéricos, este mismo motor utiliza alrededor de 0.63 litros por hora, o 10.5 mililitros por minuto. En cambio, para encender el motor, se requiere tan solo 1 mililitro de gasolina.
Quizás sea el precio del combustible, o quizás sea la cantidad que sabemos que cabe en nuestro tanque, pero tendemos a subestimar mucho la capacidad de rendimiento que tan solo un mililitro de gasolina puede darnos.
Antes hablamos de control al momento de conducir, y este es quizás uno de los factores que más tienen que ver con nuestro rol activo al momento de ser eficientes con nuestro combustible. Ser conscientes de los momentos en que aceleramos y desaceleramos tendrá un gran impacto a la larga sobre nuestro tanque.
Al momento de llegar a un alto, por ejemplo, tendremos una eficacia mayor si desaceleramos en cuanto veamos la luz roja en vez de esperar a estar cerca del semáforo para frenar. Al desacelerar, dejamos de inyectar combustible al motor pero seguiremos avanzando con una velocidad que irá disminuyendo. La mira en este ejemplo es que al momento de llegar al semáforo, este cambie a luz verde y no tengamos que pasar tanto tiempo en reposo.
Pero incluso si esa luz no cambia inmediatamente, ya habremos reducido la cantidad de combustible que se inyecta al vehículo. De manera similar, en muchas ocasiones podemos utilizar la gravedad a nuestro favor y frenar con motor. Al ir en una pendiente inclinada, será más recomendable dejar nuestro motor en una velocidad fija, sin pisar el acelerador y dejando así que nuestro carro se deslice simplemente. Esto también puede ayudar a que nuestros frenos rindan más, en lugar de estar pisando el clutch constantemente para frenar hasta que estemos en una velocidad cómoda.
Muchos de estos consejos pueden parecer sentido común. Sin embargo, en una realidad en la que el combustible es cada vez más caro, vale la pena tenerlos en cuenta.
Por último, como explica Jason Fenske de Engineering Explained, viajar a velocidades relativamente bajas generará una mayor eficacia de combustible sin comprometer nuestro tiempo de traslado. En trayectos largos debemos considerar factores que generan resistencia a nuestro vehículo. Estos son, específicamente, la resistencia de las ruedas y la resistencia aerodinámica. Tomando estos factores a consideración, Fenske explica que si viajamos una distancia de 160 kilómetros a 130 kilómetros por hora, le estaremos pidiendo más a nuestro motor que si viajamos, por ejemplo, a 120 kilómetros por hora. Esta diferencia puede parecer insignificante, pero hay que considerar que con una velocidad de 120 kilómetros por hora solo nos tardaremos cinco minutos más en llegar a nuestro destino, mientras que estaremos utilizando una cantidad más conservadora de gasolina.
Muchos de estos consejos pueden parecer sentido común. Sin embargo, en una realidad en la que el combustible es cada vez más caro, vale la pena tenerlos en cuenta. Cada quien tendrá su propio estilo de manejo, y cada quién decidirá qué elementos tendrá en mente al momento de conducir. Sin embargo, esperamos que estos tips te sean útiles para reducir tu consumo de gasolina de forma consciente. A ti, ¿qué tips te funcionan para ahorrar gasolina?
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